viernes, 5 de julio de 2013

Lo que no leerás en los periódicos

Recojo esta noticia del Blog Una Maternidad Diferente.

Vergüenza debería darles. A los señores de Nestlé, a los de la ESPGHAN y a los de la Asociación Española de Pediatría. Desayuno esta mañana con la noticia de que más de la mitad de los miembros del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría han dimitido y la culpa de todo la tiene este anuncio.


Un anuncion sinvergüenza, que banaliza la cesárea y sus riesgos y, además, anima a los profesionales médicos a recomendar a las madres que alimenten a sus bebés con leche de fórmula por un supuesto beneficio para su sistema inmunitario.

Y es que, bien está que este tipo de anuncios estén prohibidos en medios de comunicación de masas, por el daño que hacen entre las madres y futuras madres, que se pueden plantear no amamantar pensando que este tipo de sucedáneos son más beneficiosos para sus bebés.

¿En una revista profesional?
Pero es que entonces no entiendo que se usen los mismos recursos publicitarios para un anuncio en una revista profesional. Los profesionales son los principales prescriptores en materia de salud para los padres recientes. En una sociedad en la que la maternidad está cada vez más escondidas, los padres recurren a pediatras y profesionales de la salud para consejos relacionados con la salud, pero también con la crianza.

Y una de las principales quejas de muchas madres es que, a la primera de cambio, les "recetan" un suplemento de leche de fórmula a los bebés, sin informar sobre cómo extraer leche o suplementar con leche materna ni dar una mínima información sobre los riesgos de los sucedáneos de leche materna. Claro, no es de extrañar, si la información que reciben en sus revistas profesionales es esta. 

Mentira cochina
Un anuncio que, además, es mentiroso, ya que afirma que la ESPGHAN confirma la eficacia del BL para la prevención de enferemedades gastrointestinales y en el estudio que cita la única afirmación al respecto es:

Summary and interpretation of data on gastrointestinal infections
Limited available evidence shows that formula supplementation with the probiotics studied (ie,
B lactis;BL999 and LPR) does not reduce the risk of gastrointestinal infections.

Es decir, "la limitada evidencia disponible demuestra que la suplementación de fórmulas con los probióticos estudiados (B lactis;BL999 and LPR) no reduce el riesgo de infecciónes gastrointestinales.

O sea, la bibliografía en pequeñito, además me invento lo que pone, y mi reclamo publicitario no demostrado bien grande.

Esto en lo que se refiere a menores de 4 meses (o de seis meses siempre y cuandro no se haya iniciado la alimentación complementaria). En estudios más allá de esa edad, el comentario de la ESPGHAN es:
There is some evidence from the pooled trials tosuggest that supplementation of infant formula with
B lactis (single or in combination) is associated with a reduction in the risk of nonspecific gastrointestinal infections in children.
O sea, que sí, que algo de evidencia hay que sugiere que el B lactis se asocia con una reducción de las infecciones gastrointestinales no específicas. Pero en niños de más de seis meses y no como sugiere el anuncio, en recién nacidos... Y además, en ningún momento se menciona ese 46%.

¿Y los riesgos?
Pero es que, además de mentiroso, este anuncio omite información. Como por ejemplo la relativa a los riesgos de alimentar a los bebés con sucedáneos en lugar de con leche materna, tal y como se puede leer por ejemplo en el inicio de este artículo, firmado precisamente por el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.

¿Cómo se puede hablar de reducción de las infecciones gastrointestinales cuando precisamente la lactancia con sucedáneos aumenta el riesgo de este tipo de afecciones?
Entre ellos un mayor riesgo de mortalidad postneonatal durante el primer año de vida, y un mayor riesgo de muerte súbita del lactante. Además el lactante no amamantado presenta más riesgo de sufrir procesos infecciosos sobre todo gastrointestinales, respiratorios y urinarios, y éstos de ser más graves, aumentando el riesgo de hospitalización hasta 10 veces, según los estudios.

Aspectos sobre los que hay mucha más evidencia científica y de mucho más peso que la usada en este reclamo publicitario.

El mundo de las prisas
Los pediatras que trabajan en atención primaria (y en otras instancias) suelen estar sobrepasados de citas y de problemas. Entiendo que si reciben la revista de su "patronal" y encuentran un anuncio de una leche de fórmula con el sello de la AEP y de la ESPGHAN no dedican tiempo a investigar la bibliografía aportada y se fíen de la "información" aportada.

Además esto es un suma y sigue, una gotita más en un colectivo acostumbrado a las visitas de los comerciales, a colgar en sus consultas posters de firmas que comercializan suecedáneos de leche materna o que incluso tienen muestras en su consulta.

Si no se cortan estos mensajes de raíz, no es de extrañar que los profesionales médicos actúen de altavoz de este tipo de mensajes y los sigan perpetuando entre las familias.

Posiciones éticas
Por eso, no puedo si no aplaudir la decisión de los profesionales que, a la vista de esta actitud, han decidido dimitir del Comité de Lactactancia de la Asociación Española de Pediatría. Para no respaldar este tipo de burradas.

Lo aplaudo, pero no deja de apenarme, pues estos profesionales son los responsables de un gran número de publicaciones online sobre lactancia materna vayan a dejar este puesto, pues entiendo que la web del Comité y el foro de respuestas para padres y profesionales son los que más sufrirán esta falta.

Es una actitud valiente y necesaria. Como afirman en Telasmos, la fuente de la noticia, les deseamos lo mejor a los que se quedan, para que sigan dejando el pabellón de la lactancia materna a la altura que se merece.

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