martes, 17 de junio de 2014

Formación en Terapia Biológica.


El cuerpo no miente | "Trabajamos con sensaciones. El cuerpo habla", expresa Francisco Ivañez

-Hasta ahora conocíamos un código esencial para los humanos, como el ADN, pero la Descodificación Biológica parece romper los esquemas...


-Hace poco hubo una exposición en París sobre las matemáticas y allí se mostraba cómo todo en el Universo, y el Universo mismo, responde a códigos matemáticos. Estos códigos son los que tenemos que desentrañar, si queremos, para encontrar claves. Hay códigos de todo tipo. La Descodificación Biológica pone su enfoque directamente en la biología, habla de cómo biológicamente nos hemos estructurado desde que somos una célula, cómo hemos realizado nuestro desarrollo de embriones en la etapa prenatal hasta llegar al parto. De modo que se generan cuatro capas embrionarias.

-Conozcamos esas cuatro capas…

-La primera, relacionada con la supervivencia; otra vinculada con la protección; otra, con la estructura, y otra, con la relación. Cada una de estas capas alberga una serie de órganos del cuerpo. Cuando hay un síntoma, y nunca al revés, buscamos ese órgano relacionado con la capa embrionaria correspondiente. Si es un tema de supervivencia, de la primera capa, vamos a entender inmediatamente que está implicado un problema concerniente a los pulmones, el hígado, el aparato digestivo... Aquí ya tenemos un código: capa embrionaria - órgano - supervivencia. Al establecer una relación nos permite avanzar mucho en cuanto a la probable causa emocional del conflicto que se esconde detrás de un síntoma.

-¿Todo síntoma tiene una clave emocional?

-Todo. Si tenemos un desajuste emocional no necesariamente éste debe provocar un síntoma, pero si tenemos un síntoma muy probablemente, y gracias a estos códigos, vamos a llegar a la causa emocional que se esconde detrás, que puede ser muy variada en su tipología. En el trabajo de la consulta iremos rápidamente para desactivarlo. Cuando encuentras el código desactivas el síntoma. Ya no hay una razón para que eso se mantenga cuando la raíz ha salido a la luz.


-Más que seres racionales, somos seres emocionales…

-Además de seres racionales, emocionales, somos seres biológicos. Y desde aquí con esta noción biológica, vamos a ir a buscar, a explorar. Ante un acontecimiento, se conecta con el pensamiento, el sentimiento, de ahí la emoción y luego la sensación corporal. El cuerpo nunca miente. El pensa-miento y el senti-miento son construcciones que estamos haciendo, por lo tanto en principio, no son muy fiables. Cuando estamos hablando de un proceso mental, podemos llegar a descubrir perfectamente las causas y hacer el recorrido de cualquier situación, pero no se mueve nada. Y es cuando trabajamos con las sensaciones corporales que el cuerpo se moviliza, aparece una sensación que la identifico y busco una emoción asociada. Es decir, estamos trabajando con sensaciones, el cuerpo habla.

-Por lo tanto, todo lo que ocurre en el plano biológico tiene un sentido.

-Claro, tiene un por qué y sobre todo un para qué, un objetivo.

-Así se pueden identificar patrones que agrupan todos esos elementos que citabas: emociones, sentimientos, órganos, sensaciones.

-Efectivamente, esos patrones son como caminos que se han ido creando por costumbre. Por eso nosotros empezamos revisando normalmente el árbol genealógico porque hay patrones familiares que heredamos, no son nuestros pero los mantenemos vivos. Son como un “tatuaje emocional”. Llevamos 23 cromosomas de nuestro padre, otros tantos de nuestra madre, que a su vez llevan los suyos, y ninguno nuestro. Y comenzamos a actuar en función de esa herencia cromosómica. No somos una tabla rasa, no comenzamos desde cero. A partir de allí desarrollamos unas formas de actuación más o menos frecuentes.


-¿Puedes mencionar algunos de ellos?

-Por ejemplo, cada vez que tengo un conflicto, provocado por un acontecimiento que no estoy gestionando de una manera adecuada, interiorizo la solución de ese conflicto. Si estoy estructurado en mi aparato digestivo, con alteraciones en él. Si lo estoy en la respiración, en mis pulmones; si es en el almacenamiento de reservas, porque algún ancestro o yo mismo hemos vivido la escasez, generaré probablemente problemas en el hígado; si estoy con rabia, quizá porque no he sido un hijo deseado, o en mi concepción ha habido violencia, un abuso sexual, en fin… a lo mejor tengo problemas en la vesícula; si me han hecho una guarrada, como problemas de herencia, a lo peor genero un cáncer de colon.

-De ahí que la enfermedad no es un problema sino el camino hacia una solución, que debemos encontrar. Y el camino consiste en llevar al plano consciente lo que se oculta en el inconsciente.

-Así es. Llevamos el conflicto al inconsciente porque, generalmente, no lo podemos soportar y el síntoma es la consecuencia. Hacemos una perforación en el inconsciente y como si tiráramos toneladas de hormigón, para dejarlo totalmente sellado, a fin de que nunca más vuelva a molestar. Pero no se puede ir contra la biología. A pesar de la amnesia, si aparece un síntoma y dado que el inconsciente es inconsciente y por eso es inconsciente, va a ser aconsejable recurrir a la ayuda profesional. Nosotros solos por nuestra cuenta es complicado que logremos activarlo, pero con el acompañamiento de un terapeuta, en este caso descodificador, sí podemos a atrevernos a movilizarlo y hacer que se manifieste.

-¿El terapeuta descodificador es un espejo?

-Sí, un provocador que hace propuestas, hipótesis, y que luego la persona que consulta tiene que confirmar según le resuene. Esto es ir buscando lo que llamamos el re-sentir, volver a sentir aquello que ocurrió en un plano consciente y quedó olvidado.

-Y lo más probable sea que ante un conflicto respondimos de un modo incorrecto porque no supimos cómo o no tuvimos las herramientas para hacer frente a la situación.

-Denominamos a esos conflictos programantes, que nos programan. Normalmente ocurren en la infancia, cuando no tenemos capacidad de respuesta ni recursos. Por eso no sabemos qué hacer con ello y lo reprimimos para poder crecer, si no nos quedaríamos atrapados allí. De hecho, todos nos quedamos en partes de nosotros que no han crecido.

-Suena mucho a psicoanálisis.

-Tiene interpretaciones a veces similares, pero como hemos dicho antes, trabajamos con las sensaciones corporales, no con el pensamiento. Otra cosa es que tras los efectos del trabajo realizado con estas sensaciones corporales, luego de haber sacado “el pollo congelado”, como dice una colega de forma explícita, le demos la explicación a nuestro cerebro, a la cabeza, interpretar lo que ha sucedido. En realidad no es necesario para que se produzca la sanación

-¿Hay un testeo corporal, como lo hace la kinesiología?

-No, no es necesario, explorando, estableciendo hipótesis. Esta mañana una persona vino con un dolor costal, en el lado izquierdo. Esto pertenecería a la tercera etapa, la estructural, el sistema óseo-articular, que está muy localizado y resulta rápido en su tratamiento. La lateralización tiene su importancia y desde ahí hemos empezado a profundizar adónde llevaba ese dolor. Desde esas sensaciones, como es el inconsciente el que trabaja, ha aparecido la figura de su hijo, en relación con la desvalorización que le producía el padre de esta cliente, que le decía, por su comportamiento frente a su hijo: “no lo sabes hacer bien”, “no eres buena”. Entonces para afrontar ese juicio paterno estaba siempre trabajando con su hijo, hasta tal punto que se bloqueó y no podía seguir con su actividad profesional: se escondía detrás el miedo de abandonar a su hijo, que ya tiene 18 años y vive con ella. Si trabajaba aparecería su padre, ese juez que le iba a decir lo mal que lo hacía. Cuando esto lo ha hecho consciente, empezó a llorar sin motivo aparente y sin poder contenerse. Ha descubierto ese re-sentir y lo ha sacado, la energía se ha movilizado y las lágrimas muestran así el desbloqueo en zonas donde se han inmovilizado estas situaciones. Muy probablemente esta persona, integrando este descubrimiento, pronto esté trabajando con normalidad. Nos hemos servido para trabajar, de sus sensaciones corporales, de la biología.

-¿Quién ha creado este método?

-Siempre hay personas que aparecen en los procesos, que aceleran la evolución o provocan cambios, como Bach o Mozart en la música, Los Beatles, Pitágoras, Leonardo, en su momento, etcétera. Son personas iluminadas que con su genialidad hacen que se produzca un salto cuántico. En este caso es el doctor Ryke Geerd Hamer, al que luego se han sumado los aportes de muchos otros estudiosos, investigadores, practicantes. Contamos con herramientas antiguas y más actuales, como la psicogenealogía, la numerología psico-comportamental y estructural, la PNL, la hipnosis Ericksoniana, el Rebirthing, etcétera, todas contribuciones que dan estructura y completan a la Descodificación Biológica.

-¿Qué cambia con el re-sentir?

-Existe un cambio de la percepción. Normalmente funcionamos por creencias y asociaciones. Si voy en barco y me mareo, y otra vez me pasa lo mismo, normalmente con dos acontecimientos similares saco una ley del pasado. Esta ley, que también es una construcción como el pasado mismo, a través de una creencia la proyecto hacia el futuro. Por lo tanto, construyo mi futuro, en general, en función de esas leyes. Lo hacemos permanentemente. La historia no es tal, el acontecimiento sí, pero cada uno llevamos unas gafas de color, aun sin saberlo, y vemos según ellas, pensando que los otros ven lo que nosotros. Independientemente de la filosofía de qué es la realidad, está claro que yo estoy percibiendo algo y esta percepción, soy capaz de cambiarla. Al hacerlo, estoy cambiando mi percepción de la historia.

-¿Cuánto tiempo lleva un proceso para descodificar?

-Depende. Podemos hablar de dos o tres sesiones, hasta incluso alrededor de diez, para temas concretos, con una periodicidad de quince días, o un mes, entre una y otra. En temas como el cáncer conviene también hacer revisiones cada tres años. Las terapias breves constan de diez sesiones normalmente, nosotros no las completamos porque llegamos antes a una descodificación suficiente y luego la persona procesa lo que ha pasado. Entre sesión y sesión debe haber un tiempo de integración.
-¿Quien ha hecho re-sentires tonifica “el músculo de la percepción”, para decirlo de algún modo?
-Aprende a gestionar mejor sus emociones. Trabajamos con mujeres embarazadas, incluso antes de quedar embarazadas, que es uno de los aspectos que más me gustan porque es como hacer terapia preventiva. También con niños, y antes de los 14 años más o menos conviene trabajar con sus padres, debido a que el niño está somatizando, con frecuencia, problemas de ellos.

-¿Se puede incluir a abuelos, tíos?

-Se incluyen en lo que se llama terapia sistémica. A veces, aparecen espontáneamente todos los miembros de la familia, todos en relación. Si se produce un cambio en uno de los integrantes de una familia, se provoca un cambio de posición en los demás, y por lo menos cada uno deberá gestionar su propio movimiento. Entramos en situaciones que a veces hacen que acudan a consulta algunos miembros del sistema, en función de ese cambio. También trabajamos a nivel de grupos. O sea que todo esto es tan amplio como la creatividad lo permita, dentro de un sistema.


-Sería interesante alcanzar etapas educativas formales para introducir estos principios.

-Trabajamos en colegios, centros de enseñanza, con el profesorado y los alumnos, y también se colabora en hospitales dando charlas, concienciando a los servicios. A nivel educativo es importantísimo porque hay mucho trastorno escolar, y estando en la dinámica de aprender a gestionar emociones, podemos anticiparnos y evitar la aparición de posibles conflictos para que no se produzcan.

-¿Quiénes están en condiciones de formarse como descodificador?

-De momento, independientemente de que pueda ser cualquier persona interesada, se está estructurando una formación con rigor y contenido. Es candidata toda persona capaz de apasionarse por esta actividad, es aconsejable que realice su propio proceso personal en relación a esta actividad, y esto se procura en las formaciones. No somos alternativos, somos complementarios; ayudamos y anticipamos el trabajo que hace cualquier profesional de la salud. Nos vemos obligados a supervisarnos y renovarnos continuamente. Como la Descodificación es reciente, lo que ha pasado hace un tiempo quizá está sujeto a revisión en este momento, puede no tener el mismo cariz en algunos temas, porque la casuística en consulta, nos lleve a sacar conclusiones de otro tipo. Es necesario ser científicos, rigurosos, con hipótesis de partida, no exentas de intuición, creatividad y verificando a continuación todo.
Además de la razón y las emociones, principalmente somos seres biológicos. Con esta idea comienza la arquitectura de un método complementario en el campo de las terapias, como es la Descodificación Biológica. Así lo explica Francisco Ivañez, que desarrollará este tema en el Simposio de Terapias Integrales.

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